lunes, 9 de junio de 2014

ARTE DE ECUADOR


Arte contemporáneo en el Ecuador

Debemos entender al Arte Contemporáneo Ecuatoriano como un fenómeno que rebasa los límites  de lo que hasta este momento la institucionalidad artística ha definido como arte, lo cual a su vez permite reestructurar radicalmente tanto a la crítica como a la teoría del arte, obligando a repensar sobre los cimientos de tales estructuras.[]

Entre las organizaciones culturales independientes sin fines de lucro se destaca la Fundación Centro Ecuatoriano de Arte Contemporáneo (CEAC), que desde 1995 ha puesto en marcha una serie de proyectos de intercambio, investigación y promoción del arte contemporáneo del país. El CEAC ha conformado un valioso archivo audiovisual abierto para consulta de la producción artística contemporánea del Ecuador.[]

Otro organismo independiente del Ecuador es Experimentos Culturales. Este colectivo artístico, además de trabajar en sus proyectos artísticos y de investigación, ha consolidado durante seis años la página web - archivo importante de arte contemporáneo del Ecuador: www.experimentosculturales.com. Desde el 2009 el proyecto se mudó con algunos de sus miembros a la plataforma web www.laselecta.org/; en este sitio se puede encontrar información actualizada del arte contemporáneo crítico en el Ecuador, (con énfasis en Quito), así como sus vínculos con la cultura popular.

En el interior del espectro del arte ecuatoriano contemporáneo los concursos que se han presentado como de avanzada tanto por su originalidad como por su creatividad y ruptura frente al dominio del modelo de “salón” son AL ZUR-ICH, evento de arte público que se realiza al sur de Quito, y TODO POR UN YORCH que se realiza en Guayaquil, que es una convocatoria para la creación de una obra de arte con un dólar o por el valor de un dólar, los dos eventos  se caracterizan por generar una cartografía discursiva que le da un carácter local y de apropiación de un contexto específico con el que trabajan los artistas participantes.
 

 


fuentes de consulta:

http://www.lluisvives.com/servlet/SirveObras/ecu/05818318790503973089079/index.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_Ecuador

http://www.uisek.edu.ec/pdf/catedra_guayasamin/Del_Arte_Moderno_al_Arte_Contemporaneo.pdf

LA PINTURA ECUATORIANA


HISTORIA DE LA PINTURA ECUATORIANA


Desde el 10 de agosto de 1809, en que estalló el Primer Grito de libertad política, hasta el 24 de mayo de 1822 en que se consumó la Independencia, Quito vivió un ambiente de inquietud, nada favorable al desarrollo de las Bellas Artes. Esta etapa de intranquilidad hay que prolongarla hasta el 6 de marzo de 1845, fecha de la caída del general Juan José Flores. Shaftesbury, nutrido de las ideas del neoplatonismo, estableció una íntima dependencia entre los ideales políticos de libertad y el desarrollo y florecimiento de la cultura. Según él, sólo en un estado libre pueda asegurarse una alta cultura espiritual, en que florezcan las Bellas Artes. ¿Hasta qué punto es verdadero y aceptable este criterio? El paso de la dependencia a la libertad política se dejó sentir en todo el ambiente social de la nueva República. Como contribución directa se impuso el dos por ciento de los haberes individuales. En el Registro correspondiente a 1825, se hace constar la lista especificada de los contribuyentes. Ahí figuran los pintores, los escultores y los plateros. La proporción de bienes registrados indica la situación económica, generalmente escasa, que vivían los artistas. A la cabeza —468→ se hallaban, entre los pintores, Antonio Salas y Diego Benalcázar con el haber de quinientos pesos y la contribución de diez anuales; seguía José Olmos, calificado de pintor y escultor, con cuatrocientos pesos y la cuota de ocho; venían luego Javier Navarrete y Matías Navarrete, con trescientos y el impuesto de seis; a continuación constaban Esteban Riofrío, con doscientos cincuenta y cinco de cuota; después se hallaban Mariano González, Antonio Vaca, Feliciano Villacrés, José Díaz, Mariano Flor, José Páez, Pedro Villagrán y José María Riofrío, con doscientos pesos y cuatro de impuesto y, finalmente, Mariano Unda, Mariano Rodríguez, Javier Pazmiño, Agustín Vaca, Ignacio Mora, Joaquín Paz y Baltazar González, con ciento cincuenta pesos de haber y tres de contribución. Entre los escultores figuraban Manuel Puente, Manuel Jara y Toribio Escorza, el primero con doscientos cincuenta y los dos restantes con doscientos pesos y la cuota de cinco y cuatro, respectivamente. Los maestros plateros constaban todos con tres pesos de impuesto, que correspondían al haber de ciento cincuenta. Eran Antonio Ruiz, Miguel Solís, Juan Mogro, Eugenio Aguirre, José Solís y Aldana, José Antonio Mogollón y Andrés Solano. En 1825 estaba todavía fresco el recuerdo de Manuel Samaniego, quien había muerto y repentinamente el año anterior. Su mujer, Manuela Jurado y Solís, otorgó su testamento el 19 de agosto de 1830, dejando por heredera a su hija Brígida Samaniego, casada con José Fortim138. Samaniego era deudo de Bernardo Rodríguez por el apellido materno Jaramillo y, por su esposa, tenía parentesco con los plateros de apellido Solís. En este ambiente de arte se formó Antonio Salas, quien demostró su afecto a Samaniego, bautizando a una de sus hijas con el nombre de Brígida, que era el de la heredera del maestro.

EL ARTE COLONIAL


ARTE COLONIAL EN EL ECUADOR
Los particulares estilos de pintura, escultura y arquitectura que sobresalen en las calles y llenan muchas iglesias y monasterios del histórico Quito nacieron de la Escuela Quiteña Tenemos, en primer lugar, la gran pintura. Todos eso mártires lacerados y gangrenosos (pintados) bajo la torva vigilancia de los mastines del Santo Oficio (Raúl Andrade), sobre los cuales uno se pregunta dónde reside finalmente su valor artístico. Los críticos siglo-ventinos del Ecuador elevan a la categoría de baremo estético la habilidad imitativa, y más que en términos de creación plantean el problema artístico en términos de reproducción (no de la realidad, sino de otras obras de arte). Si algo refleja el arte colonial del medio en que se produjo, no es otra cosa que una total alineación: técnica, cromática, de temas; todo nos remite a una situación existencial poblada de manos indias y mestizas produciendo dioses blancos con todos los detalles blancos exigidos por el blanco colonizador.

El artista Colonial


  • El artista colonial era quien pintaba y hacia también las artes plásticas, por esa razón, fueron dejadas estos oficios al afán de los blancos pobres, de los mestizos, de los indios.

Si escribir era, en tiempos virreinales, un medio de ascender al nivel superior, esculpir o pintar apenas fueron maneras de escapar a la peor condición. Para decir la verdad, ni siquiera puede afirmarse que haya existido un estatuto de artista en la sociedad colonial. Fueron las artes coloniales consideradas como oficios artesanales; como tales constaron, junto a otros oficios, en el programa del colegio popular San Andrés, al comenzar la colonia, y como tales las hallamos, al finalizar la misma, en el programa de enseñanza del taller de los maestros indígenas Sangurima. Por eso no es raro encontrar cuadros sin firma alguna; tan poca importancia se acordaba a la persona del pintor o escultor.

  • El Artista Colonia tenía que limitarse a ejecutar servilmente los pedidos y, como la poesía, la inspiración estaba aquí por demás. En los contratos se estipulaba hasta el último detalle: tamaño, disposición de elementos, colorido, matiz. Las posibilidades del arte de entonces estaban, pues, rigurosamente codificadas, y la libertad del artista era limitada (la libertad era un concepto desconocido en aquel momento cultural).

Las iglesias y conventos:

  • Las iglesias y conventos de Quito brindan un prisma envidiable para los turistas al observar el trabajo majestuoso del artista colonial, así como se puede apreciar algunas de las más relevantes piezas de arte religioso y artesanía.
  • La Escuela Quiteña, que floreció en el siglo XVII, está viva y se preserva en los pasillos, claustros, refectorios y patios de los grandes templos religiosos de la ciudad.

Artesanos:

  • Desde tiempo inmemorial, las artesanías creadas por manos diestras y hábiles, transmitidas de generación en generación, han sido un componente esencial de lo que se conoce como "cultura popular". En Ecuador, esta manifestación cultural refleja las tradiciones del país: enigmático, a ratos puro y mixto, urbano y rural, único y comercial.

Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad (Centro Histórico):

  • Es el más grande de América. Alberga iglesias, capillas, monasterios y conventos coloniales, plazas, museos y encantadores patios internos, edificaciones republicanas e interesante arquitectura de inicios del siglo XX, además de obras contemporáneas notables que hacen de este un lugar de enorme valor histórico, arquitectónico y estético. Refleja absolutamente todo el trabajo que realizaron nuestros artistas bajo una opresión de la colonia, creando así una serie de obras realmente majestuosas, dando así a Quito el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

 


fuentes de consulta:
http://es.wikipedia.org/wiki/Arte_colonial


http://www.monografias.com/trabajos10/arco/arco.shtml

http://www.profesorenlinea.cl/artes/Arte_Colonial.htm